jueves, 17 de abril de 2014

Spreepark, te quiero


Hay un lugar en Berlín que me fascina, desde el primer día que supe que existía, tuve claro que quería hacer un proyecto allí, (fue un flechazo artístico en toda regla). Eso ocurrió el año pasado, en Abril, un día que mi amiga Mariu me enseñó unas fotos de cuando había saltado la verja una mañana.


Busqué todas las fotos, vídeos y planos que pude por internet, ansiaba saber que podría encontrarme por allí. Pronto fuimos juntas, e hice un par de fotos, no me dio tiempo a más, ya que apareció un segurata gritando "¡Eh! ¡Esto es una propiedad privada! ¿Me cuelo yo en tu casa?", y en alemán, que os aseguro que suena bastante peor.

Esas imágenes tenían tanta magia y tanta energía que a la semana fueron seleccionadas para una exposición llamada URBLAUB en la misma ciudad de Berlín.



Decidí llamar a la serie "Urlaub", al igual que el tema de aquella exposición. Y pasé meses leyendo, pensando, intentando darle un sentido a todo aquello que sentía cuando estaba allí. De ahí nació una reflexión sobre lo que conocemos como "vacaciones".  La espera mereció la pena, el invierno llegó y llenó de sentido mi proyecto con su vacío -vaya, me ha salido una frase muy paradójica-, me explico,  me interesaba lo vacante, lo desocupado. Los árboles sin hojas, el paisaje húmedo, azul, desnudo, la naturaleza que se vacía para volverse a llenar, lo mismo que creo que nosotros buscamos cuando vamos de vacaciones. Vaciarse, para volver a llenarse de uno mismo, visitar lugares impropios, recuperarnos.




Urlaub XVI

Subtitulé mi serie con la palabra Vacation (from vacare: Be unoccupied). y una cita de Marco Aurelio "Concédete un respiro y recupérate" (Retreat & Recover). En la Antigüedad se entendía así también, como un retiro del tumulto de la ciudad para recuperarse, retroceder a un estado primario y, finalmente, reencontrarse con uno mismo. Podéis leer más en el maravilloso texto que la historiadora del arte; Sol Izquierdo, escribió para el reestreno de esta serie en la pasada edición de CASA//ARTE con mi galería Cervantes6.  Ella es una de esas personas del pasado con las que te reencuentras de casualidad en Berlín, es genial, siempre entiende a la perfección mis ideas.







Durante el primer fin de semana de Diciembre de 2013, conseguí llevar a cabo mi proyecto. Llovía y hacía bastante frío. Me pasé el fin de semana allí, iba y venía, a veces sola, a veces con mi amiga Celia, y otras con Sol, he de decir que fueron unas magníficas asistentes. Estaba adentrándome en el parque, cuando el dichoso segurata apareció. Le pregunté (todo esto en alemán) "¿Tiene usted algún problema?" a 2 grados, lloviendo, descalza y llevando tan solo un vestido de verano. Le debí dar penica y me dijo "No, sólo quiero hacerte fotos con mi móvil, ¿Puedo?". Me pareció un buen trato si me dejaba pasar un poco más, y meterme en los jardines donde estaban los cisnes abandonados y mi querida Noria.



Estoy tremendamente contenta con mis fotografías. Aunque tengo ganas de más. Durante todo este tiempo he estado leyendo mucho sobre la historia del Spreepark, y he descubierto muchos trapos sucios, y cosas tristes que han hecho de él la ruina más increíble de Berlín hoy en día.


Urlaub X


Así a grandes rasgos, os puedo contar que fue inaugurado en 1969 como Kulturpark Plänterwald. es enorme, ocupa casi 30 hectáreas y está en la zona de Treptower Park, al este de la ciudad.
Era el único parque temático de la DDR, y lo más característico que tiene es que está totalmente integrado en el paisaje.

Pertenecía al estado hasta 1991, que pasó a manos de una empresa privada "Spreepark GmbH" dirigida por un tal Norbert Witte. Este señor era mal, aunque llenó el Spreepark de nuevas atracciones, y logró que un total de 1'5 millones de personas visitaran anualmente sus instalaciones, el hombre se endeudó hasta arriba (he leído que llegó a deber más de 10 millones de Euros), aguantó hasta 2001, y entró en quiebra total.

Fotos tomadas desde el Santa Fe Express

Witte se mudó a Perú, y siguió mandando más atracciones para remodelar el parque, aunque en 2002 se tuvo que cerrar, por la insolvencia de su deuda. Las instalaciones se descuidaron, algunas estaban en peligro de derrumbamiento y desde entonces está custodiado por los dichosos seguratas. En 2004 el susodicho se dedicó a jugársela traficando droga y le pillaron (le cayeron 7 años). Intentó mandar 167 kg de Cocaína de Perú a Alemania en una de las atracciones. Muchas empresas de toda Europa quisieron hacerse con el Spreepark sin éxito. A los 4 años Witte salió de prisión y seguía siendo el administrador del principal. (Alucino).


Desde 2009 el parque se puede visitar algunos fines de semana, y han habilitado el Santa Fe- Express, un trenecito con el que puedes dar una vuelta por 3€. Desde entonces hasta ahora han intentado vender estas tierras a inversores privados, pero no ofrecían lo suficiente (aunque sólo fuera por el valor del terreno).



Hace un par de meses vi el Spreepark subastándose en eBay, salió en las noticias, me quedé a cuadros... Menos mal que hace poco (en marzo), la ciudad de Berlín volvió a comprar la tierra. He leído que quieren retirar todo eso que me gusta y que ellos llaman "chatarra" y de acuerdo con los planes de la política del distrito no debe surgir ningún tipo de parque familiar. 


Así que no está claro que va a pasar. Tengo que hablar pronto con Tim Renner para que me lo deje unas horas. Igual voy un día que haga frío, con mi vestido de flores, descalza y con mi mejor cara de gatito de Shrek.








1 comentario:

  1. Las fotos, Irene, me parecen increíblemente buenas, y el segurata un tonto... Aplausos y abrazos :)

    ResponderEliminar